jueves, 15 de diciembre de 2011

Te cambio mi piel por tu risa.


Continuamente me perfora el pecho con varias sonrisas. Tomo tu alegría y tus tonterías. Tus malos ratos y tu saber estar. Tomo y me quedo con todo.
De antemano sabías que yo era un completo caos, un gran desorden y alguien muy pequeño, y aún así te quedaste.
Si yo fuese real te buscaría, pero a veces soy una mentira, y aunque pareciese no ser verdad, pocas veces tengo coherencia.
Siempre me he negado a esconderme, pero ahora quiero ser tu escondite.
A veces tengo la sensación de haberme perdido, después de nunca encontrarme. No sé si habrá un encargado de decirme cuándo lo estoy, aunque tengo la certeza de que he encontrado al que me saca de mi propio escondite.
Serás esa voz en mi cabeza que hace menos ruido y más conciencia.

Hoy tengo ganas de escaparme contigo a algún lugar remoto del planeta. Pero el ser humano es una criatura abominable, se ha inventado el tiempo y la distancia.



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