martes, 8 de noviembre de 2011

I lost my forces in a hospital room.

Habitaciones de hospital, quirofanos oscuros, salas de espera.. tu vida puede estar manos de alguien y nunca mejor dicho.
La suya se convirtió en un hospital de campaña. Lo peor es que nadie dijo que hubiera una edad asignada a estos.. llamemoslos "problemas".
Alegre, contenta, llena de vitalidad, sonriente, desconcertante, inquieta, cabezota y feliz, como cualquier adolescente de diecisiete años. Enfrentada a dolores internos que te destruyen poco a poco, que te dejan sin esa hoja de respiración, sin aliento. En esos casos solo puedes sentirte desprotegido, ausente, sin fuerza alguna, ahogado, indefenso y débil.
Pesimismo momentáneo, no hay salvación. El daño propio a veces se hace insignificante si ves a través de los ojos que te miran. Esas salas de espera se llenan, esas caras conocidas dan signos de que lágrimas han pasado por ahí, sentimiento de esperanza aflorado. Reflejos del dolor que causamos indirectamente y sin intención, pero aún así causado, y ese es el mayor temor que tenemos, que tengo.


Después de todo, ¿ella se lo merecía?
Díganme, porque busco, rebusco, escarbo y pregunto y aún sigo sin respuesta alguna.

                   

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Buenos días noviembre.

Otoño con pinceladas de invierno.
Tras el verano, sólo nos queda volver a la rutina.., otoño, invierno, primavera y vuelta.
Tras este verano he aprendido que para darle más importancia y valor a las cosas tenemos que sufrir un poco más por ellas.
Dejar atrás, empezar de nuevo o recobrar y rehacerse, cuál es la opción mejor?
Depende de la vivencia elegiríamos una u otra. Pero cuando no puedes permitirte el lujo de dejar escapar algo que te complementa no tienes opción, sólo queda rehacerse.
Habitaciones oscuras que guardan secretos de antaño, podríamos viajar hacia ellas, pues al lugar donde has sido feliz sí deberías volver.
Recobremos en este otoño empezado todo lo dejado en la época de calor, que el frío congele la rabia y que sólo queden los versos susurrados a ratos.

You don't have to be alone, alone.I, won't let you go..