lunes, 17 de octubre de 2016

Ellas

En el comienzo, todos unimos puntos grises
hasta que formamos nombres asociados a una forma.
Ellas aparecieron tímidas,
imitando un sonido paterno que en nuestra voz parecía mudo.

Se reúnen en una palabrera que aumenta con el tiempo
empezando en el recreo del colegio,
donde los adjetivos dejan de tener frío
para ser casados con un nombre.

Con el tiempo conocemos más,
acabamos llevándolas a casa
y nos tomamos un café con ellas
hasta que aparecen con normalidad todos los días.

En ocasiones, no sabemos encontrar la adecuada,
la escuchamos en otra voz
y nos enfadamos con nosotros mismos
cuando aparece la que le da el nombre al silencio.

Ellas fueron escritas a lápiz
hasta que la tinta manchó el papel;
y a veces unas se pronuncian más fuerte que otras
cuando no nos dejan hablar.

Ellas, las palabras, son las que siempre nos acompañan
y nos pintan sin tener que dibujarnos al lado;
nos calman y nos inquietan a partes iguales.
Son el germen de los mares de dudas y el eco del que piensa.

Son las que dan vida al escritor,
dejan sus huellas y ocupan sus días
esperando a que en el aire aparezca la musa
que abre el camino y las ordena.

Rebusca en su almacén las más olvidadas
y las contempla como si se tratase de un recuerdo,
como la sombra de aquel niño
que aprendía con torpeza a no dejar de poner los acentos.

A todas considera únicas
y juega con ellas
pintando una rayuela en el suelo del poema.

Las cura de los errores y las cuida
dándoles el lugar que se merecen en su hogar,
uniendo a sujeto y predicado cuando a éste se le abandona,
como a veces hacemos con nosotros cuando gana el egoísmo.

Con ellas, perfila sus rarezas, conversa con la Luna y crea ciudades,
y cuando está solo en casa y escucha un ruido,
busca en los armarios y abre los cajones
esperando a que se dejen ver en desorden.

Sabe que traen sueños rotos, banderas sin viento que las mueva,
un río para un barco de papel que se deshace con la lluvia,
y la libertad de quien está solo.

Pero nunca traen olvido;

sólo memorias que aún están por contar.


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