miércoles, 28 de septiembre de 2016

En esos desiertos

Tantos días incontables de tu cuerpo
y esos desiertos
donde imaginábamos la piel debajo de la ropa
que, ahora que te tengo,
puede más en mí el miedo a no ser tu cuna y cena
ni la tierra donde crezcan tus raíces.

Por eso ayúdame, amigo,
sé mi compañero de fatigas y bienestar;
sé todo lo que quieras pero enséñame a serlo yo contigo.
Que camine por sílabas hasta escribir en un verso
todos los verbos que conjugas en silencio cuando sólo nos queda la piel,
y suspiramos al aire.

No hay comentarios:

Publicar un comentario