martes, 28 de noviembre de 2017

Siempre fuimos nuestros

Tal vez las malas noches me recuerden
que lloro mientras duermo
cuando tengo miedo en sueños
y tus labios en mi frente
sólo sean la garantía de que todo lo malo
se queda en una pesadilla.
Me miro en unos ojos
que reflejan verdad
y me cuesta ponerme a pensar
en los tropiezos de un pasado incierto
cuando contemplo la magnitud de nuestro futuro,
a través de mis deseos.

Ahora,
me paro a mirarte con alevosía,
sin que te des cuenta
y pienso en qué parte
quiero perderme, una vez más,
por el laberinto de tu cuerpo.


Ilustración de Sara Herranz

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