viernes, 28 de noviembre de 2014

Pesadilla 1#

Siempre miro por la ventana del autobús intentando perderme por la carretera, acortando el trayecto a mi manera y trasladándome al punto en el que se funden el cielo y el mar.
Pero hoy no es martes y tampoco es abril, hoy es un día cualquiera y yo me pregunto por qué no estás, o más bien debería preguntarme por qué no has vuelto. Todo el mundo me pregunta por ti y yo ya no sé qué contestar porque tampoco sé por qué te fuiste. Y solo recuerdo aquel día como aquel en el que quería haberme hundido en la arena, lo recuerdo por tu cara que se parecía a esos cuadros que no entiendo, quizás por el enfado que me llevé cuando llegué a casa, quizás por el dolor que sentí luego.
Pero hoy estoy a dos metros del delirio porque por más que busco no encuentro una razón por la que sacarte de mi cabeza, por dejar atrás el capricho de recordarte.
Es ese momento de angustia cuando tus ansias de beberte el mar no te dejan tragar más agua y el huracán de anoche antes de la hora de dormir consiguió llevarse todos tus recuerdos,
solo te deja el dolor y el vacío indagado en el pecho,
y la cruda realidad de que al despertar de la pesadilla no hay alivio.

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