martes, 13 de octubre de 2015

Eras un sábado en espera de domingo

Eras un sábado en espera de domingo,
eras la lluvia de abril que llegaba desprevenida,
el verano que ardía con la sal en la piel,
un otoño sin nombre.
Eras pureza,
mi sencillez y delirio.
Eras el abrigo que me daba tu pecho,
la melodía hecha latido,
la emoción en verso con la mirada .
Eras el regreso del frío en puntos suspensivos.
Eras mi ciudad favorita
y por tus venas yo corría como si fueran calles.
Ahora,
ahora sólo eres recuerdo,
o quizá pasado.
Ahora tampoco lo sé muy bien,
pero fuiste.

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