El día que vuelva a escribir tal vez
lo haga sobre ti,
sobre tus sonrisas a media tarde, sobre
el cabreo que pillé aquel día,
sobre lo triste que estuve, o lo
incomprendida.
Tal vez escriba sobre él, sobre tu
ingenuidad,
sobre su ignorancia general o sobre mí,
sobre la pobreza, la falta de ímpetu,
la fragilidad sin elegancia.
Esa fragilidad que me deja contra el
sofá y no me deja hacer ninguna cosa.
Tal vez hable de todas las verdades,
tal vez de otras.
Pero mientras dejaré que mis vaguezas
venzan,
a cualquier otro impulso
y así no pensar en todas esas cosas
sobre las que debería estar escribiendo.
“Sigo durmiendo dentro de aquella
noche fría.”
Un día llegará el calor, y tú dejarás de sentir frío, fragilidad, y esas cosas que hacen sentir escalofríos, para eso estaré yo contigo para que nos demos calor con nuestro ímpetu por sentir la vida.
ResponderEliminarSon las cosas del inverno, esas que hacen que eches de menos que algo que no sea el frío te cale en los huesos. Gracias por aparecer así, sin hacer mucho ruido y dejarme estas sorpresas. Quiero un inverno caluroso, o al menos no doloroso para ambas.
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