martes, 25 de octubre de 2011

Obligada a escribir, tentada a pensar.

No hay batallas ganadas ni guerra perdida. No hay combates fechados ni ausencia de alegrías. Aquí acabó nuestra lucha, pequeños monigotes de sentimientos inexistentes. Madurez ocasional, llevada por el deseo de sentirte útil.Me gustaba oír eso de "no estás sola pequeña", recuérdamelo de vez en cuando, así como días futuros impregnados de tu compañía.
Recuerda que soy el rival al que menos puedes hacer frente. Te propongo tratados de paz y planes de ayuda mutua, donde nadie alce la voz y seas solo tú quien me escucha.

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